Existe una controversia en el mundo de la odontología si hay que sistematizar o no el uso de la tomografía debido a la posibilidad de producir cáncer por la radiación que se produce en un aparato de tomografía o Cone Beam Tomography (CBT).
Cuando se realiza una tomografía dental los tejidos del cuerpo humano absorben una cantidad de radiación, que se mide por la unidad Gy o Gray. Ahora bien, esta unidad de dosis de absorción no es indicativa de la peligrosidad de la radiación, ya que no mide los factores estocásticos, aleatorios de la radiación ,ya que es mucho mas nociva 1Gy de radiación alfa que 1Gy de una radiación producido por un aparato dental.
La unidad que mide la dosis de radiación efectiva como valor promedio y equivalente en todos los tejidos humanos junto con los efectos aleatorios es el sievert o Sv. Un sievert equivale a un Gy pero de dosis efectiva de absorción en tejidos.
Entonces, ¿qué dosis en sievert puede soportar una persona? Una persona puede soportar dentro de su nivel ocupacional en un trabajo comprometido con las radiaciones ionizantes hasta 50 mSv. La cantidad de radiación de un TAC en todo el cuerpo equivale a 10-30 mSv, que en la zona de radiación dental el haz de rayos X se limita exclusivamente a el área dental y tejidos adyacentes. Esa dosis de radiación equivale a varios días o dos meses de radiación de fondo, que es la que recibimos normalmente del ambiente.
La conclusión es que la dosis efectiva recibida es muy baja para que exista riesgo de cáncer. Las ventajas que produce a nivel diagnóstico clínico supera con mucho el hipotético riesgo que se comprueba que es muy bajo. Si bien se puede convertir como herramienta rutinaria de ortodoncia, no sería conveniente realizar un CBT al año por paciente hasta que comprobemos bien las evidencias de este tipo de radiación
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