Los puentes y coronas dentales de metal cerámica se colocan desde hace mas de 50 años y se siguen demandando, pero desde mi punto de vista no es una buena solución para los problemas de falta de piezas. En unos pocos años de uso en la boca pierden lucidez además de los problemas que de por sí ocasionan.
La mayoría de las coronas y puentes de metal cerámica necesitan de 1 mm de grosor como mínimo para su elaboración. Además las técnica que se usan para su impresión y colocación en boca usan de un hilo para retraer la encía. Con un grosor de 1 mm y un margen gingival retraído para la impresión supondrá que la corona comprimirá la unión conectiva del diente y en poco tiempo se generará una inflamación de la zona. Con el tiempo la encía que rodea la corona se retraerá y se verá el metal de la prótesis de cerámica. Al ser un tipo de restauración excesivamente contorneada y subgingival tanto los óxidos del metal como la compresión en la encía, hará que tarde o temprano se vea ese reborde negro de la prótesis de metal cerámica que tan poco gusta a los pacientes.
El color. Es muy raro que las coronas de metal cerámica no cambien de color con el tiempo. En pocos años el color se torna amarillo y mate debido a las microfracturas que ocurren en la cerámica. Sucede debido a las fuerzas de oclusión o por una mala y rápida cocción de la cerámica. Si la cerámica se cuece repetidamente o el laboratorio no elige bien las cerámicas que tengan una expansión térmica parecida al metal, posiblemente la prótesis perderá vitalidad y transparencia en pocos años. Como existen multitud de productos en el mercado y la tendencia es abaratar los costes, la prótesis dental no tendrá un buen nivel de excelencia.
El chipping o desconchado. Es un desprendimiento de alguna parte de la porcelana que recubre la estructura de la prótesis. Es raro no ver algún desconchado en una prótesis en uso mas de diez años. Si bien diez años son muchos años de uso y un desconchado no debería de ser para tanto, si se le suma la casi segura inflamación del margen y la pérdida del color, la prótesis no genera buenas sensaciones. Suele ocurrir con las excesivas fuerzas de oclusión que genera la extrusión continua de los dientes o los materiales empleados para su elaboración.
El último aspecto de los problemas de las prótesis de metal cerámica es la abrasión que ocurre en los dientes antagonistas. Debido a esa extrusión constante de la piezas dentarias, la porcelana choca con los dientes antagonistas de un modo excesivo. Si la cerámica es mucho mas dura que el esmalte del diente, lo que sucede con las cerámicas de alta fusión, se producirá un desgaste bastante considerable en los dientes antagonistas.
Una solución es optar por los puentes de tres piezas de resina permanente imprimidas en 3D o de composite mecanizado. Tienen mucha resistencia a la flexión, un módulo elástico alto y son un poco menos duras que el esmalte del diente con un precio relativamente bajo. Además pueden ser reparables. Para dientes anteriores también se puede optar por esta solución o por coronas de zirconio o disilicato. Son mucho mas caras que la resina 3D pero son muy estéticas y soportan muy bien las fuerzas oclusales. También estructuras de zirconio con cerámica de baja fusión y preparaciones tipo onlay o inlay pueden ser muy efectivas. Además las preparaciones deberían de ser mínimamente invasivas y yuxta o supra gingivales
En puentes de mas de tres piezas la solución puede venir de estructuras fabricadas en PEEK con dientes de resina permanente o de zirconio. El PPEK tiene un módulo muy algo de flexión y aguanta muy bien las fuerzas oclusales hasta 500 N. Con una plancha para dormir sería una buena solución a los dientes en extrusión y el apretamiento.
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