Invisalign ha decidido subir los precios en un 5 % a los dentistas que usen sus servicios, lo que supone mas de 100 € por tratamiento. Parece poco pero se compone de una subida constante desde el año 2017 en que fue liberada la patente, del orden de mas de 100 € por año. Dirán que es menos de la inflación acumulada, aunque en los años anteriores, que no existía esta situación, la subida de precios era continuada.
Es la primera vez que se observa que a los profesionales dentales en España no les ha hecho mucha gracia esta medida. Las redes sociales se han llenado de mensajes de disconformidad, aunque tibios, y se empiezan a oír voces en contra de este monopolio. El problema es que muy pocos dentistas se han dado cuenta de la supeditación que supone estar en las garras de esta compañía, que los tienen sujetos a este tipo de agravios continuados. Aun así, la mayoría de sus clientes prefieren seguir dependiendo de ellos antes de buscar una solución menos acaparadora.
El primer contratiempo de esta medida lo sufren los dentistas, que tendrán que subir los precios entre 200 o 300 € y el que no lo suba cada vez le compensará menos este tratamiento. Una subida de este tipo también repercute en los casos simples de Invisalign, que el dentista rechazará la solución Lite, para asegurarse que el tratamiento sea lo mas previsible posible. Además, se añade el costo de los portes, ya que con la inflación van a incrementarse el precio final de los alineadores, a pesar de que han abierto sucursal en España, teóricamente para disminuir costos, pero para ellos.
El segundo contratiempo los sufrirán los pacientes, que verán incrementados los precios de los tratamientos de ortodoncia con Invisalign, mermando una vez mas su capacidad de endeudamiento. Aun así, muchos pacientes se endeudarán por el mero hecho de ser una marca tan extendida y sólida debido a la propaganda tan agresiva que han llevado con los dentistas y pacientes. Lo curioso es que esta subida de precios se va a invertir en aumentar el marketing en todos los sitios que puedan acaparar la atención de dentistas o pacientes y no en la mejora del material utilizado.
El tercer contratiempo es que tanto dentistas como pacientes buscarán soluciones mas baratas pero con el mismo esquema de negocio. Conlleva el problema de que la mayoría de estas empresas no están capacitadas para realizar correctos protocolos y diagnósticos acertados, ya que no cuentan con ortodoncistas capacitados para ello. Además están las empresas que plantean la ortodoncia a domicilio sin realizar un diagnóstico de la dificultad de cada tratamiento solicitado. Tienen muchos problemas de iatrogenia causado por el mal uso de los aparatos o alineadores.
Nosotros desde hace mucho tiempo vimos este problema y no usamos ni hemos usado nunca Invisalign en la consulta. Desde que se liberó la patente de Invisalign, hemos usado el ArchForm para realizar nuestros tratamientos de ortodoncia, que permite exportar los archivos para construir los modelos de ortodoncia con los movimientos incorporados. Esto nos permite realizar los alineadores termoformados que serán fabricados en impresora 3D en nuestra clínica digital, integrando todo el proceso dentro de nuestra clínica diaria
Invisalign tiene contadas las horas como compañía que campa a sus anchas contra la sostenibilidad. Con la introducción de las resinas directas para fabricar alineadores, que además son bioplásticas, que se degradan por sí mismas en un 60 %, la UE no va a ser muy condescendiente con Invisalign. Tanto material plástico no degradable y desechado por los dentistas en los refinamientos, llevarán a un punto en que se tendrán que tomar medidas serias para evitar este exceso de contaminación plástica por parte de esta empresa. Por ese motivo, Invisalign se está quedando obsoleta en cuanto sostenibilidad y fabricación de alineadores.
La solución pasa porque los dentistas se formen en la utilización de softwares de movimientos de ortodoncia y se atrevan a fabricar sus propios alineadores. Es la hora de empezar a ser un verdadero ortodoncista digital y no un expendedor de alineadores.
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